Wednesday, December 12, 2018



SOBRE LA VIDA HUMANA

La resistencia íntima es, al mismo tiempo, amparo y esperanza en la generación. Con ramitas de acebo los antiguos horticultores protegían el plantel recién trasplantado para que pudiera resistir las inclemencias del tiempo. También nosotros nos resguardamos, para resistir.


“No nos han expulsado de ningún paraíso. Siempre hemos estado fuera. En verdad, y por suerte, aquí el paraíso es imposible. Nuestra condición es la de las afueras. Unas afueras muy singulares, pues no están definidas a partir de ningún centro. Aquí, en las afueras, la génesis y la degeneración, la vida y la muerte, lo humano y lo inhumano—ya que sólo el humano puede ser inhumano—, la proximidad y la indiferencia.
Aquí, en las afueras, vivir es sentirse viviendo.
Aquí, en las afueras, no hay ni plenitud ni perfección. Pero sí afección infinita—misterio—y deseo.
Aquí, en las afueras, el mal es muy profundo, pero la bondad todavía lo es más.
Aquí, en las afueras, lo que más importa no son los inicios inmemoriales, sino el suelo, la base.
Aquí, en las afueras, nada tiene más sentido que el amparo y la generosidad.
Aquí, en las afueras, cuesta muchísimo moverse medio palmo en la buena dirección. Es el medio palmo hacia la comunidad fraterna que vive.
Aquí, en las afueras, no sólo vivimos, sino que somos capaces de vida. (.)
En las afueras, en nuestras afueras, no es cierto que ´hay lo que hay y eso es todo´. Tal sentencia lapidaria no describe en absoluto nuestra comarca, puesto que lo más humano se expresa decisivamente con la generación y, muy en especial, con la gratuidad de la generación llamada generosidad o bondad. Una generosidad, la de las afueras, que nunca va de arriba abajo—porque nadie está por encima de nadie—, sino, siempre, de lado a lado. Que existir sea en parte resistir, se entiende con miras a la generación; resistimos porque la vulnerabilidad amparada es capaz de madurar, de crear y de dar. La resistencia íntima es, al mismo tiempo, amparo y esperanza en la generación.
Con ramitas de acebo los antiguos horticultores protegían el plantel recién trasplantado para que pudiera resistir las inclemencias del tiempo. También nosotros nos resguardamos, para resistir. Y el horizonte de la resistencia son la creación y la generosidad. Aunque, en realidad, amparar a los demás ya sea el primerísimo ejercicio de la generosidad.”

Josep María Esquirol Calaf (*)
(La Penúltima Bondad: Ensayo Sobre la Vida Humana)

(*) Es profesor de la Universidad de Barcelona, donde imparte las asignaturas de Filosofía Política y Pensamiento Contemporáneo. Es director de APORIA, Grupo de Investigación en Filosofía Contemporánea, Ética y Política. Autor de diversas publicaciones y trabajos en el ámbito de la filosofía política, también ha escrito sobre destacados filósofos contemporáneos como Husserl, Heidegger, Arendt o Strauss. En 2016 gana el Premio Nacional de Ensayo con una obra que reflexiona sobra la cotidianidad y la condición humana: “La resistencia íntima: ensayo de una filosofía de la proximidad”.


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