Monday, November 16, 2015

LA TOLERANCIA: patrimonio de la Humanidad.

“La tolerancia es patrimonio de la humanidad”
VOLTAIRE


Abordar este tema supone considerar también otros conceptos que son vinculantes: la libertad, el respeto y los valores morales, entre otros.

Tolerar es una forma de respeto hacia el otro, reconociendo su dignidad más allá de las diferencias culturales, creencias y sistema de valores, aún por encima de las tensiones que estas diferencias puedan provocar. Es un delicado equilibrio entre las respectivas individualidades y lo colectivo.

Resulta inadecuado encarar la tolerancia tan solo como un “vive y deja vivir”. Tal interpretación nos acerca al borde de la indiferencia. No se trata de renunciar a validar las opiniones propias, sino implementar la aceptación de la diversidad desde un contexto inclusivo que responda a algo “superior” considerado socialmente como parámetro: los valores morales, por nombrar alguno. Tampoco es cuestión de permitir cualquier cosa en detrimento de la personalidad del individuo, de su seguridad personal y de sus derechos. ¿Cuál es el límite entre lo tolerable y lo intolerable? Habrá que ubicarse en los diferentes ámbitos donde es aplicable esta disyuntiva: en el ámbito personal, en el familiar, en el educativo, en el social, en el político, etc.

Desde lo social, la tolerancia adquiere su máxima expresión en el concepto de Justicia, entendiéndola, a priori, como el igual derecho de todos a dirigir su vida bajo la propia responsabilidad, en un ámbito de coexistencia común, sostenida por el principio de reciprocidad tanto en derechos como en obligaciones. Allí donde la libertad y la dignidad del otro son pisoteadas, la tolerancia se termina; no hay tolerancia sin límites, porque aquella no está dispuesta a soportar la injusticia.

Tolerancia no debe confundirse con indiferencia ni con complacencia. Por el contrario, el hombre tolerante es un individuo partícipe, interesado, comprometido, lúcido y flexible, con capacidad de rectificación, que defiende su derecho a ser escuchado sin pretender imponerse. El hombre tolerante propone el diálogo; no se atribuye la verdad absoluta ni se arrebata al punto de considerar al otro su enemigo. De más está decir que este camino hacia la tolerancia suele ser contradictorio y transitarlo siempre es muy complejo.

Convengamos que desde el pensamiento antiguo hasta la modernidad, todo aquello que ha instado a la grandeza de la humanidad está plagado de contradicciones; no hay evolución sin contradicción. Tampoco es cuestión de temerle a las diferencias en tanto sean entendidas como parte contextual de esa humanidad.

Los conceptos de pluralismo, diversidad y cooperación están estrechamente ligados a la tolerancia. En cambio, la intolerancia tiene raíces profundas en la indiferencia, la ignorancia, el miedo y la pobreza, semilleros del odio y la violencia. Frente a esto, no podemos eximirnos de buscar los principios éticos y los valores morales que nos permitan soñar con una convivencia pacífica e enriquecedora. ¿Utopía?.

“El hombre necesita de los demás si quiere sobrevivir”, decía E. Fromm, de modo que nos es imperioso construir una TOLERANCIA no permisiva a ultranza, que promueva el aprendizaje de “vivir con los demás”, bajo el amparo del respeto.

Hago uso de ciertas preposiciones del idioma castellano que establecen una notable diferencia semántica: cada sociedad o cultura tiene derecho a expresar sus propios valores “ante” los demás, nunca “contra” los demás.

Marité Tilvé

RESCATANDO VALORES


Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella


Si

Rudyard Kipling

Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor,

la han perdido y te culpan a ti.



Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero admites que puedan dudar también.

Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no dejas lugar al odio
Y aun así no te las das de bueno ni de sabio.

Si puedes soñar sin que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes experimentar el triunfo y la derrota,
y tratar a esos dos impostores exactamente igual.
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho,
tergiversada por villanos para engañar a los necios.
O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida,
y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.

Si puedes hacer un montón con todas tus ganancias
y arriesgarlas a una sola tirada ;
y perderlas, y empezar de nuevo desde el principio
y no decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones,
a cumplir con tu deber mucho después de haberlos agotado,
y resistir cuando ya no te queda nada
más que la voluntad de decirles: "¡Resistid!".

Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
o caminar junto a reyes, y no perder el buen sentido.

Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el inexorable minuto,
con una trayectoria de sesenta valiosos segundos
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,

y lo que es más: ¡serás un hombre, hijo mío!

Si
Rudyard Kipling


Saturday, November 14, 2015

Por una cultura de la paz y la no violencia

Me comprometo en mi vida diaria, en mi familia, mi trabajo, mi comunidad, mi país y mi región a:

1) Respetar la vida y la dignidad de todos los seres humanos sin discriminación ni prejuicio.

2) Practicar la no violencia activa, rechazando la violencia en todas sus formas: física, sexual, psicológica, económica y social, en particular hacia los más necesitados y vulnerables, como los niños y los adolescentes.

3) Compartir mi tiempo y mis recursos materiales con espíritu de generosidad para poner fin a la exclusión, la injusticia y la opresión política y económica.

4) Defender la libertad de expresión y la diversidad cultural, dando siempre preferencia al diálogo y a la escucha sin caer en el fanatismo, la exclusión, la difamación y el rechazo a los otros.

5) Promover un comportamiento de consumidor responsable y prácticas de desarrollo que respeten todas las formas de vida y preserven el equilibrio de la naturaleza en el planeta.

6) Contribuir al desarrollo de mi comunidad, con la participación plena de las mujeres y respecto por los principios democráticos, para crear juntos nuevas formas de solidaridad.
Manifiesto 2000 por una cultura de la paz y la no violencia

El Manifiesto sido formulado por los Premios Nobel de la Paz. No es ni un llamamiento, ni una petición dirigida a instancias superiores sino al individuo. Es la responsabilidad de cada ser humano convertir en realidad los valores, las actitudes ,los comportamientos que fomentan la cultura de paz.Cada uno puede actuar en el marco de su familia, su ciudad,  su país practicando y fomentando la no violencia, la compasión, la tolerancia, el diálogo, la escucha atenta, la reconciliación, la justicia y la solidaridad día a día.

Fuentes: Thich Nhat Hanh : Buenos Ciudadanos- Hacia la creación de una sociedad mas ética. Oniro 2013,pag 166-16

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